Bienvenido

Bienvenido

viernes, 2 de enero de 2009

Caracol de leche

Mis huesos no se dejan querer, truenan sin fin como todas las mañanas, hasta creo que hoy si voy a poder caminar, obvio no.

El café de la mañana, lo mejor del día, hoy sabe a petróleo, vamos mejorando.

Mis primeros escritos del día, llenos de incongruencia e ignorancia, de honestidad pura pues.

La comida sabe a plástico, por fin algo congruente.

Los hoyos en la pared me invitan a escribir su historia, lo hago.

Los verbos no se llevan bien con los participios, nomas no se puede estar así.

Camino por las paredes, ahí si puedo, y me encuentro contigo en la esquina derecha del cuarto, ¿dónde te habías metido?.

Escucho tus palabras como si me importara, te acaricio el hombro como si te entendiera, te digo cosas al odio como si la vida tuviera sentido, como si lo que yo te puedo decir importa.

Caminamos juntos largamente hasta que me pides un café.

Te bajo hacia mi cama y hacemos el amor hasta el amanecer, de nuevo.

Despertamos con culpa una vez más, aún así desayunamos juntos, otra vez.

Te dejo en la esquina de nuevo y regreso a mi escritorio, los verbos abrazan a los participios, ya puedo empezar, otra vez.

1 comentario:

Anónimo dijo...

heii nO ma qe tiingOn escriibes m sOrprendiiste eh siguele asii!!