Bienvenido

Bienvenido

domingo, 18 de enero de 2009

Hada

Carcinomas que rondan mis neuronas tan lentamente que hasta mi corazón quiere que se apuren. Nubes oscuras de desamor y perdición, de colores más bien fríos, de sabores más bien dulces, quizás demasiado dulces...

El sol pega en mi cara como la realidad en mi alma, quema y no se detiene, caminando por el bosque, disfrutando de la luz y el olor a humedad me encuentro con un hada que me dice que la magia es algo posible, la miro con un poco de sarcasmo y noto como es que empieza a cambiar su expresión, se marchita frente a mis ojos poco a poco, pienso en la brutal diferencia entre las sociedades y el hada me mira por última vez, antes de mirar al piso y deshacerse como una flor seca, no entiendo que pasa, la quiero tocar y se vuelve polvo.

Un zumbido que crece cada vez más cerca de mi me saca de concentración, volteo y veo miles de hadas que vuelan hacia mi, no parece que tengan la intención de detenerse, me quedo quieto un momento, por dentro creí que correr sería la mejor opción, pero no puedo, sencillamente no tengo ganas, miles de agujas pequeñas se clavan en todo mi cuerpo, siento miles de pulsos a distintos ritmos, cada aguja tiene el suyo.

Los pulsos se convierten en uno, un pulso gigantesco y abrumador que domina hasta el más profundo de mis pensamientos, comienza a subir el ritmo, poco a poco, hasta que explota en una lluvia interminable de sangre y pedazos de mi, esparcidos por el bosque, entonces si formo parte de algo, el vacío se acaba, el cáncer no me mató, fue la magia.

No hay comentarios: