Bienvenido

Bienvenido

lunes, 2 de marzo de 2009

Domingos de calamar.

Colágeno y huesos, piel curtida, pecas y humo, selva interminable, lluvia torrencial , niños zombis, creo que suena muy bien así, pero no lo fue, gritos que no escuché pero si vi, tu mirada fue de decepción, creo, pero en realidad no lo se, un animal herido hace cosas extrañas y yo sólo se que no entiendo nada más que el amor y el odio, y el amor es lo único que siento por ti.

Cuando las tardes arenosas mueran y se conviertan en la preocupación de alguna otra cara clase mediera y sin problemas empezaré a comerme mis ojos, a pequeñas mordidas, las obsesiones terminarán por sólo entender de casas y salitre, de putrefacción y colmenas sin miel, de abandono puro.

Calcomanías de oro que piden siempre ser parte de mi, y no tengo ganas, pero es oro, se supone que el oro no se niega, pero no tengo ganas, se supone que el oro es lo mejor que te puede pasar, pero no tengo ganas, creo que sólo necesito correr, en círculos hasta que mi sistema esté limpio de nuevo.

Calamidades y violencia afuera del metro, me hizo sentir vivo como hace mucho no pasaba, tengo miedo, pero miedo sabroso, del que dosificas hasta que se acaba y luego necesitas más, más peligro, más vida.

Extraño mi confusión.

No hay comentarios: