- la pizza es muy seca, necesito mucho líquido cerca para poder comerla- dijo
No pude más que reír, y dejarla teorizar al respecto, dejarla explicarme por qué, por qué ve el mundo como lo ve, por qué vive como vive, por qué siempre espera que la traicione, por qué nunca es suficiente, por qué le deben todo todos y por qué ya está cansada y no sabe como detenerse.
Fuma una última vez y me mira, el humo huye de su boca y de sus fosas nasales con bastante tranquilidad, acariciando cada centímetro de su dolor.
- ¿vienes?
- No
Apaga su cigarro, mira el cenicero como si de ello dependiera su vida, guarda la cajetilla en su bolsa, busca algo eternamente dentro de su bolsa hasta que por fin saca una navaja, la pone enfrente de mi.
- Entonces llévatela, ya no la necesito.
1 comentario:
Me gusta, me gusta, me gusta!!! los domingos evocan tantas cosas!!
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