Bienvenido

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martes, 2 de diciembre de 2008

Esferas 01

Manejar maquinaria pesada no es algo fácil, sin embargo no hay que ir a la escuela para lograrlo, así que decidí desde los 10 años que ése sería mi oficio. Manejo una grúa.

Ahora que tengo 21 y llevo 6 dedicándome a esto se con seguridad que no podría hacer otra cosa, el metal que rechina bajo mi voluntad, los pequeños puntitos que veo abajo, todos tan pequeños y aún así son gente como yo, que camina y come, caga y coge, trabaja, supongo, algunos al menos, que piensan, algunos supongo, los menos.

Todas las mañanas no puedo esperar a ver las palancas cromadas de mi vehículo, el asiento con hoyos, las ventanas sucias, la mejor parte es limpiarlas por fuera, amarrado, flotando libre, el aire si te da en la cara, no como cuando corres, aquí si te da.

Quisiera tener una máquina un poco más complicada, ya me siento con el poder de llegar al siguiente nivel, con el poder de algo más articulado, no quiero manejar una grúa para siempre, ahora me gustaría manejar algo que no exista, algo que inventen, algo que tenga brazos y piernas como un robot, eso sería lo mejor.

Hoy llegó mi jefe y me dijo que mañana me iban a llevar a un curso de capacitación, para aprender a usar un material nuevo, no sabe bien que es pero van todos los grúas del país, parece que es algo grande, que cagado que ayer estaba pensando en eso.

La cita es afuera de una nave industrial en la orilla de la ciudad, o sea por mi casa, me vine caminando. Entré junto con lo que pensé eran todos los grúas pero sólo somos 6, que raro. Un señor calvo nos dijo que los chinos nos regalaron 12 de estas unidades para probarlas y el manejo es muy simple y se parece un poco a las grúas, por eso nos mandaron llamar, porque somos los mejores. El curso iba a durar una semana, ése día nos mandaron a casa después del discurso.

El primer entrenamiento fue muy raro, las máquinas son armatostes en forma de esfera, con tres brazos que salen de tres puntos, según nos explicaron, ésos brazos la mantienen en perfecto equilibrio. Dentro de la cabina todos los controles son como los de la grúa, pero son como el triple, y al principio no entendí para que servía todo, ni la máquina. Me dijeron que era para construcción pero yo nomas no le entendí.

Al terminar la semana supe exactamente para que podíamos usar estas máquinas, podíamos cargar cosas pesadas y moverlas de lugar muy rápido, cabíamos por cualquier lado y lo mejor de todo, funcionan bajo el agua.

Hoy me gradué, todo salió bien, aparentemente, en unos días comienzo a trabajar con ella.

Las luces de la madrugada me mantuvieron despierto toda la noche, sólo podía pensar en estar sobre la máquina, así que no dormí, nada. El día fluyó sin problemas, la máquina se comportó muy bien, hice el trabajo de diez días en uno, creo que mis compañeros se quedarán sin trabajo pronto.

Hubo una marcha ayer, porque después de sólo doce días de máquina, ya despidieron a todos y contrataron a dos máquinas más, terminaremos en una semana la obra que estaba destinada a terminarse en tres meses. Una piedra pegó en mi cabina, no pasó nada pero vi quién lo hizo, es el pinche Gómez, siempre me hacía menos porque él había ido a la escuela, ahora se chingó.

En la noche salí de trabajar y me asaltaron unos tipos, estaban enmascarados pero podría jurar que reconocí al puto de Gómez, me quitaron la lana y me rompieron un brazo, ya no puedo operar la máquina, o al menos eso creían que iba a pasar, pero dado que nadie más la sabe manejar me dejaron intentarlo y no hubo pedo, nomas me tardo un poco más que los otros, pero yo nací para hacer esto, nadie me lo va a quitar.

Hoy estaba poniendo el piso del nivel 8 y vi un puntito negro que corría a través de las rejas, no se por qué pero estaba convencido de que era el pinche Gómez, lo vi meterse debajo de una de las máquinas y luego salir corriendo de regreso, apenas brincó la barda la máquina explotó en mil pedazos, la ola casi me tira.

Hoy llegó una maquina de emergencia traída desde china, con todo y operador chino, esta bien chistoso no entiende nada de español pero es re pedote y le encantan las mexicanas, ayer fuimos a un teibol y se puso re bueno, el Ling bailó con dos hasta el amanecer y se las llevó a su casa, yo me quedé con la de siempre que me cuidó re bien y me dejó dormidito en la casa.

No encuentro mis pinches llaves.

En las noticias salió que una máquina está destruyendo parte de la ciudad, es mi máquina, mi máquina.

Corrí hasta la construcción y cuando me vieron todos se espantaron, pensaban que yo estaba allá en la ciudad destruyendo todo. Les dije que si me prestaban una máquina yo iba por la otra, me dijeron que mejor no estorbara y me fuera a mi casa. Salí y vi a Ling que estaba crudísimo tratando de subir a su máquina, le dije que yo lo suplía y que se fuera a dormir, ni se esperó a que acabara de decirle y ya me había dado las llaves, salí como alma que lleva el diablo. Me encontré al pinche Gómez sobre mi máquina, iba camino al sur, supongo que al límite de la ciudad, se asustó bastante cuando me vio pero eso no le impidió aventarme cascajo por todos lados, uno casi me mata porque logró atravesar mi ventana, pero le arranqué un brazo y lo madreé con él hasta que la cabina quedó hecha papilla y salía sangre por todos lados, pinche Gómez, pa que se emociona.

Tardé tres meses en volver a trabajar porque las máquinas eran muy solicitadas y la mía había quedado destrozada así que al menos cuando llegó ya estaba bien mi brazo.

Ahora que sigo construyendo edificios con el Ling y los otros, y que los puntos negros de gente son cada vez más, me pregunto ¿cuánto va a durar esto?

1 comentario:

despertar de noche dijo...

Mordaz y divertido. Muy buen remate.